japon freaks me out

otra vez los japoneses que se desesperan por entrar al festival ese naranjú rock o algo asi, y corro rápido y me voy tapando para no morirme; cada vez son más, me veo atrapada en unas galerías parecidas a las de la estación de Córdoba Capital pero con menos cuarteto, más puestitos de orugas fritas y la misma cantidad de locales de venta exclusiva de peines para bigotes. Creo que llego de pura casualidad a mi butaca de felpa para ver el recital, está templado y yo con hipo... en un sueño.. lamentable. Se sube el telón, comienza el show.. otro traguito y estoy.